jueves, 7 de mayo de 2009

La eterna edad de los machos

"En la tradición de la tribu de Águila Brava -marcada por la gestión matriarcal- se evitaba cualquier conflicto de pareja con la madre política considerando, simplemente, que el hombre de la casa no superaba nunca los 12 años de edad. (...)
Ahora bien, la sorpresa viene de haber comprobado hace muy poco tiempo que la especie humana es la única conocida en la que el macho conserva a lo largo de toda su vida un nivel de infantilismo mucho mayor que el de la hembra.
Los machos nunca dejan del todo la niñez, como muestran su comportamiento, sus juegos y sus pasatiempos.
La hembra, es cierto, se comporta también como una niña -de la misma manera que los varones se comportan como niños durante la infancia- pero muy pronto se olvida de la infancia para siempre".
(Eduardo Punset, ¿Podemos aprender de las tribus?, XLSemanal nº1.123)